La Ley Seca entró en vigor en los Estados Unidos el 16 de enero de 1920, gracias a lo cual el consumo de alcohol no disminuyó, sino que aumentó considerablemente, fomentando la competencia entre las empresas que disputaban los territorios de distribución de bebidas alcohólicas, con su irremediable secuela de conflictos laborales.
Una de las empresas más importantes de Chicago contrató como gestor a un joven italoamericano llamado Alphonse Capone, muchacho emprendedor, que se había instalado en la ciudad como comerciante de muebles de segunda mano. Trabajando duro, en menos de tres años logró controlar casi todo el comercio de bebidas alcohólicas en Chicago y dar trabajo a unos setecientos hombres.
Sin embargo, los O’Banion, gestores de una empresa rival, llegaron a poner en serio peligro los logros de la estructura laboral de Capone.
El 14 de febrero de 1929, día de San Valentín, siete de los O’Banion estaban sentados en un garaje situado en el 2122 de North Clark Street, en Chicago, esperando un pedido, cuando se detuvo en la puerta un lujoso automóvil del cual descendieron tres policías y dos hombres de civil. Los policías entraron al garaje, aligeraron de peso a los O’Banion, y les ordenaron ponerse de espaldas, apoyando las manos contra la pared. Respetuosos con la Ley, cumplieron la orden. Entonces, los dos hombres de civil los ametrallaron a quemarropa. Y a continuación, los policías, en cumplimiento de su labor, arrestaron a los dos asesinos y se los llevaron en el mismo auto en el que los cinco habían venido.
Al Capone, de esta forma, se convirtió en el máximo empresario de la ciudad de Chicago.
Años después, ante el derribo del histórico edificio, sus dueños subastaron la pared.