El que hincha

La Real Academia Española, situada monárquicamente bajo su "amparo y Real Protección", tiene, desde el mismo momento de su fundación, un propósito inicial que marca su finalidad:

"Fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza".

Tal y tan loable propósito se representa con un emblema: un crisol sometido a la acción del fuego con la leyenda

"Limpia, fija y da esplendor"

La Real Academia Española de la Lengua define, en su segunda acepción, la palabra "hincha" como "Partidario entusiasta de un equipo deportivo".

Pero no desvela su origen.

El mismo tuvo lugar en Uruguay hacia el año 1910.

Cuando jugaba "El Nacional", club histórico en el foot-ball uruguayo, solía oírse una voz que lo animaba gritando con entusiasmo: "¡Arriba Nacional!, ¡Arriba Nacional!". La repetición de estos gritos se hizo popular y muchos quisieron saber quien los remitía.

Un asiduo espectador a los partidos del equipo dio la explicación:

"Es Reyes, el que hincha las pelotas del club".

Prudencio Miguel Reyes, talabartero, en efecto, hinchaba las pelotas de "El Nacional" a pleno pulmón, que los tenía excelentes. En lo sucesivo, cuando el "¡Arriba Nacional!" sonaba, unos a otros se decían: "Es el que hincha".

A Reyes no le faltaron imitadores que empezaron también a gritar "¡Arriba Nacional"! Los que permanecía callados, comentaban: "Otro que hincha".

Y la voz "hincha" acabó haciéndose clásica en Uruguay, pasando posteriormente al vocabulario de la Madre Patria.