Normalidad extrema en Finlandia
La Presidenta se dirige a la nación
Corresponsales internacionales coinciden en describir de “extrema” la normalidad existente en Finlandia en los últimos días. El hecho de que la Presidenta de la República, Tarja Halonen, de 57 años, se haya dirigido a sus compatriotas para transmitir un mensaje de calma y serenidad, asegurando que su gobierno controla la situación, no ha hecho sino disparar las alarmas tanto dentro como fuera del país.
H. K., prestigioso y reputado observador político experto en asuntos nórdicos, afirmó hace escasos días que percibía inequívocos síntomas de “normalidad profunda” en Finlandia. Esta afirmación fue la chispa que prendió las señales de alerta en las cancillerías, primero en los países limítrofes, para luego propagarse con gran velocidad por toda la comunidad internacional.
Rápida, pero incansablemente, los rumores de todo tipo se han extendido por todo el país, y la alocución de la Sra. Presidenta no ha logrado disipar las dudas sobre la situación real del país. El máximo responsable de las Fuerzas Armadas, en un comunicado conjunto con el jefe del Cuerpo Especial Antiterrorista, afirmó que “la situación en los cuarteles es de absoluta normalidad, lo cual no excluye que estemos preparados para cualquier tipo de eventualidad no prevista”.
El Síndico de la Bolsa de Helsinki ha tenido que zanjar de manera rotunda las reticencias de los inversores, quienes, ante las continuas, pero leves, pérdidas de los valores bursátiles de los últimos días, se mostraban dubitativos a la hora de movilizar sus activos: “En los actuales momentos de incertidumbre mundial debido a las continuas alzas del precio en origen del crudo, es normal que la actividad económica acuse un ligero movimiento no alcista”, declaró al término de la pasada jornada, al tiempo que lanzaba un mensaje de confianza hacia Bruselas. Finlandia, no hay que pasar por alto este hecho, forma parte de la Unión Europea y, lo que quizás cause mayor preocupación, está dentro de la Zona Euro.
En la capital, aunque por el momento no se han registrado situaciones anómalas, el Comisario Jefe de Policía de Helsinki, Uldo Kröten, advierte a la población del riesgo existente: “La situación es extremadamente normal, por lo que hago un llamamiento a la ciudadanía para que haga lo posible por mantenerse dentro de los cauces de normalidad a los que estamos acostumbrados”.
En algunas ciudades del interior se aprecia una aparente calma, aunque, como afirman algunos entrevistados por periodistas internacionales que han tenido acceso a importantes centros de producción, “esto se venía venir”. Hokxa, un veterano minero, llegó a afirmar que, “aquí, lo habitual es trabajar en una situación de normalidad, llevo mucho tiempo aquí, pero está claro que algo está pasando, lo noto”. Por su parte, fuentes del sindicato mayoritario en la siderurgia han declarado que “la normalidad es la tónica habitual en los últimos días”.
Astrid, esbelta ejecutiva de una boyante empresa de alta tecnología ve el futuro con optimismo cuando se la pregunta por el impacto de la actual situación en el sector de las telecomunicaciones: “Las previsiones de desarrollo se mantienen dentro de los parámetros normales”.
Incluso la metereología parece estar afectada por esta situación. Según el Director del Instituto Metereólogico Estatal las últimas precipitaciones que se han producido en ciudades como Turku o Tampere están dentro de la media observada durante los últimos 57 años: “Podríamos hablar incluso de un exceso de normalidad si nos referimos al índice de litros por metro cuadrado derramados la última semana. Es algo muy habitual para ésta época del año”.
“De hecho”, afirma el Ministro de Comercio, “esta situación climatológica hace que se mantengan en sus niveles normales de desarrollo los recursos forestales, lo que acarrea que la producción de celulosa -elemento clave en la economía del país- se encuentre dentro de sus parámetros habituales”.
Corresponsales internacionales coinciden en describir de “extrema” la normalidad existente en Finlandia en los últimos días. El hecho de que la Presidenta de la República, Tarja Halonen, de 57 años, se haya dirigido a sus compatriotas para transmitir un mensaje de calma y serenidad, asegurando que su gobierno controla la situación, no ha hecho sino disparar las alarmas tanto dentro como fuera del país.
H. K., prestigioso y reputado observador político experto en asuntos nórdicos, afirmó hace escasos días que percibía inequívocos síntomas de “normalidad profunda” en Finlandia. Esta afirmación fue la chispa que prendió las señales de alerta en las cancillerías, primero en los países limítrofes, para luego propagarse con gran velocidad por toda la comunidad internacional.
Rápida, pero incansablemente, los rumores de todo tipo se han extendido por todo el país, y la alocución de la Sra. Presidenta no ha logrado disipar las dudas sobre la situación real del país. El máximo responsable de las Fuerzas Armadas, en un comunicado conjunto con el jefe del Cuerpo Especial Antiterrorista, afirmó que “la situación en los cuarteles es de absoluta normalidad, lo cual no excluye que estemos preparados para cualquier tipo de eventualidad no prevista”.
El Síndico de la Bolsa de Helsinki ha tenido que zanjar de manera rotunda las reticencias de los inversores, quienes, ante las continuas, pero leves, pérdidas de los valores bursátiles de los últimos días, se mostraban dubitativos a la hora de movilizar sus activos: “En los actuales momentos de incertidumbre mundial debido a las continuas alzas del precio en origen del crudo, es normal que la actividad económica acuse un ligero movimiento no alcista”, declaró al término de la pasada jornada, al tiempo que lanzaba un mensaje de confianza hacia Bruselas. Finlandia, no hay que pasar por alto este hecho, forma parte de la Unión Europea y, lo que quizás cause mayor preocupación, está dentro de la Zona Euro.
En la capital, aunque por el momento no se han registrado situaciones anómalas, el Comisario Jefe de Policía de Helsinki, Uldo Kröten, advierte a la población del riesgo existente: “La situación es extremadamente normal, por lo que hago un llamamiento a la ciudadanía para que haga lo posible por mantenerse dentro de los cauces de normalidad a los que estamos acostumbrados”.
En algunas ciudades del interior se aprecia una aparente calma, aunque, como afirman algunos entrevistados por periodistas internacionales que han tenido acceso a importantes centros de producción, “esto se venía venir”. Hokxa, un veterano minero, llegó a afirmar que, “aquí, lo habitual es trabajar en una situación de normalidad, llevo mucho tiempo aquí, pero está claro que algo está pasando, lo noto”. Por su parte, fuentes del sindicato mayoritario en la siderurgia han declarado que “la normalidad es la tónica habitual en los últimos días”.
Astrid, esbelta ejecutiva de una boyante empresa de alta tecnología ve el futuro con optimismo cuando se la pregunta por el impacto de la actual situación en el sector de las telecomunicaciones: “Las previsiones de desarrollo se mantienen dentro de los parámetros normales”.
Incluso la metereología parece estar afectada por esta situación. Según el Director del Instituto Metereólogico Estatal las últimas precipitaciones que se han producido en ciudades como Turku o Tampere están dentro de la media observada durante los últimos 57 años: “Podríamos hablar incluso de un exceso de normalidad si nos referimos al índice de litros por metro cuadrado derramados la última semana. Es algo muy habitual para ésta época del año”.
“De hecho”, afirma el Ministro de Comercio, “esta situación climatológica hace que se mantengan en sus niveles normales de desarrollo los recursos forestales, lo que acarrea que la producción de celulosa -elemento clave en la economía del país- se encuentre dentro de sus parámetros habituales”.