Jack Palance
El actor Jack Palance falleció el pasado viernes 10 de Noviembre en la ciudad donde residía desde hacía años, Montecito, California, U.S.A., a la edad de 87 años debido a causas naturales, si hemos de creer a su agente.
Vino al mundo en Pennsylvania, U.S.A., en 1919 con el nombre de Vladimir Palaniuke. Era hijo de un minero ucraniano que emigró al nuevo mundo.
Practicó el boxeo con dura rudeza de manera profesional hasta que a principios de los años 40 comenzó a cobrar un salario por parte del Estado por sus labores en la Guerra Mundial Segunda como miembro de las fuerzas armadas.
Terminado su contrato estatal, y mientras estudiaba en la Universidad californiana de Stanford, se inció en la farándula en el grupo teatral local.
Espoleado por esta experiencia en la farsa se trasladó a Nueva York para estudiar interpretación. "Siempre había querido expresarme a través de las palabras pero siempre pensé que era demasiado grande para ser actor. Pensaba que actuar era cosa de hombres pequeños", declaró años después.
Mientras dedicaba gran parte de su tiempo al negocio de la restauración -vendía perritos calientes, cocinaba, atendía personalmente a los clientes- o al ejercicio físico -obtenía ingresos monetarios salvando vidas- llegó su gran oportunidad: se convirtió en el sustituto de Marlon Brando en la obra "Un tranvía llamado deseo", cuyo director, el polémico Elia Kazan le ofrecería su primer papel de "malo" como frío, desalmado y despiadado criminal en el film "Pánico en las calles", primero de los muchos asesinos memorables que interpretaría con gran convicción, efectismo y realismo, y que junto a su amenazadora estampa y perverso rostro (dice la leyenda que tras unas quemaduras sufridas en su cara aprovechó la intervención quirúrgica reponedora para otorgar mayor fiereza a su faz) le convertiría en un clásico del género de personajes viles, sin escrúpulos y de una intrínseca e ilimitada gran maldad.
En 1952 obtuvo la primera de sus tres candidaturas al oscar como secundario aterrorizando con saña y cruel odio a la actriz Joan Crawford en el film "Sudden Fear".
Al año siguiente, interpretando a "Jack Wilson" -trabajador de reconocida profesionalidad por cuenta ajena- en "Shane", legendaria película perteneciente al género del "Far West", consiguió la segunda opción al preciado premio.
Finalmente obtuvo la preciada estatuilla en 1992 por su papel en la película "Cowboys de ciudad", comedia en la que realizaba una parodia de sí mismo. Fue un momento memorable. Tras recoger la estatuilla, Jack Palance se lanzó al suelo y se puso a hacer flexiones con un solo brazo para demostrar su excelente forma física. "Esto es realmente sencillo. En cuanto a las flexiones hechas con dos manos, podría pasarme toda la noche haciéndolas, y lo cierto es que daría igual que hubiera chica o no".
Su fallecimiento ha ocurrido un mes después de que el actor vendiera alrededor de 3.000 objetos de su rancho en California, que incluían automóviles, sillas de montar y los trajes que había lucido en las películas en que le correspondió actuar. Obtuvo por ello pingües beneficios.
Siempre fue un tipo peculiar e iconoclasta, y de verbo directo: "Casi todo lo que he hecho ha sido una porquería" confesaba una vez en una entrevista en la que tampoco tuvo reparo en asegurar que la mayoría de los directores con los que había trabajado eran una panda de incompetentes. "A muchos de ellos ni siquiera les deberían haber dejado dirigir el tráfico", dijo en la misma entrevista.
Una reputada actriz alemana, cuyo estricto representante nos impidió revelar su nombre, explicaba en 1988 su relación con el desaparecido actor, conocido por su carácter duro: "Es una persona dulce y sensible, aunque cuando se enfada, las hormigas se esconden en sus agujeros".
Vino al mundo en Pennsylvania, U.S.A., en 1919 con el nombre de Vladimir Palaniuke. Era hijo de un minero ucraniano que emigró al nuevo mundo.
Practicó el boxeo con dura rudeza de manera profesional hasta que a principios de los años 40 comenzó a cobrar un salario por parte del Estado por sus labores en la Guerra Mundial Segunda como miembro de las fuerzas armadas.
Terminado su contrato estatal, y mientras estudiaba en la Universidad californiana de Stanford, se inció en la farándula en el grupo teatral local.
Espoleado por esta experiencia en la farsa se trasladó a Nueva York para estudiar interpretación. "Siempre había querido expresarme a través de las palabras pero siempre pensé que era demasiado grande para ser actor. Pensaba que actuar era cosa de hombres pequeños", declaró años después.
Mientras dedicaba gran parte de su tiempo al negocio de la restauración -vendía perritos calientes, cocinaba, atendía personalmente a los clientes- o al ejercicio físico -obtenía ingresos monetarios salvando vidas- llegó su gran oportunidad: se convirtió en el sustituto de Marlon Brando en la obra "Un tranvía llamado deseo", cuyo director, el polémico Elia Kazan le ofrecería su primer papel de "malo" como frío, desalmado y despiadado criminal en el film "Pánico en las calles", primero de los muchos asesinos memorables que interpretaría con gran convicción, efectismo y realismo, y que junto a su amenazadora estampa y perverso rostro (dice la leyenda que tras unas quemaduras sufridas en su cara aprovechó la intervención quirúrgica reponedora para otorgar mayor fiereza a su faz) le convertiría en un clásico del género de personajes viles, sin escrúpulos y de una intrínseca e ilimitada gran maldad.
En 1952 obtuvo la primera de sus tres candidaturas al oscar como secundario aterrorizando con saña y cruel odio a la actriz Joan Crawford en el film "Sudden Fear".
Al año siguiente, interpretando a "Jack Wilson" -trabajador de reconocida profesionalidad por cuenta ajena- en "Shane", legendaria película perteneciente al género del "Far West", consiguió la segunda opción al preciado premio.
Finalmente obtuvo la preciada estatuilla en 1992 por su papel en la película "Cowboys de ciudad", comedia en la que realizaba una parodia de sí mismo. Fue un momento memorable. Tras recoger la estatuilla, Jack Palance se lanzó al suelo y se puso a hacer flexiones con un solo brazo para demostrar su excelente forma física. "Esto es realmente sencillo. En cuanto a las flexiones hechas con dos manos, podría pasarme toda la noche haciéndolas, y lo cierto es que daría igual que hubiera chica o no".
Su fallecimiento ha ocurrido un mes después de que el actor vendiera alrededor de 3.000 objetos de su rancho en California, que incluían automóviles, sillas de montar y los trajes que había lucido en las películas en que le correspondió actuar. Obtuvo por ello pingües beneficios.
Siempre fue un tipo peculiar e iconoclasta, y de verbo directo: "Casi todo lo que he hecho ha sido una porquería" confesaba una vez en una entrevista en la que tampoco tuvo reparo en asegurar que la mayoría de los directores con los que había trabajado eran una panda de incompetentes. "A muchos de ellos ni siquiera les deberían haber dejado dirigir el tráfico", dijo en la misma entrevista.
Una reputada actriz alemana, cuyo estricto representante nos impidió revelar su nombre, explicaba en 1988 su relación con el desaparecido actor, conocido por su carácter duro: "Es una persona dulce y sensible, aunque cuando se enfada, las hormigas se esconden en sus agujeros".
Labels: Cine
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