Sunday, March 04, 2007

Arkuitectura popular danesa

La tranquilidad ha vuelto a ser la tónica dominante en las calles de Copenhague tras dos jornadas de intensos enfrentamientos entre policías y jóvenes que protestaban contra el desalojo del emblemático club juvenil "Ungdomshuset".

CLUB JUVENILEl edificio que albergaba el club, un antiguo teatro, fue cedido por el Ayuntamiento en 1982 a grupos de jóvenes como centro de ocio y cultura. En 2000, quien lo cedió lo vendió. Para unos, a una secta cristiana. Para otros, a una iglesia independiente.

En Diciembre de 2006, tras un dilatado proceso en los tribunales, se decidió el desalojo de los jóvenes, que fue efectuado el pasado Jueves por fuerzas antiterroristas mediante una espectacular operación -helicóptero incluido- calificada por la jefa de la policía como "éxito rotundo".

Al atardecer, unas 1.000 personas iniciaron una manifestación pacífica contra el desalojo. Pero al caer la noche estalló la violencia al comenzar una batalla campal urbana en la que participaron centenares de policías y de jóvenes.

FOCO ÍGNEOSegún testigos sin identificar todo empezó cuando grupos de radicales -de los llamados "autónomos"- levantaron barricadas, que raudo tornaron en focos ígneos, al igual que varios automóviles, y atacaron a la policía con botellas, cocktáils "Molotov" y adoquines.

La policía, que había recibido refuerzos de localidades cercanas, usó en la lid porras, gases lacrimógenos, cañones de agua, vehículos blindados y helicópteros.

Los disturbios fueron intensos durante varias horas. A las 0:00 horas aumentó su disminución y al alba hubo calma.

Las autoridades de Copenhague pidieron refuerzos para la noche del Viernes, en la que se repitieron las escenas del día anterior: barricadas, cocktáils "Molotov", adoquines, gases lacrimógenos y porrazos a discreción.

JÓVENES PARTICIPANTES en las ALGARADASParticipantes en los disturbios

Mientras los responsables munícipes solicitaban a la calma que se hiciera presente, la policía, temiendo que la ayuda solicitada a jóvenes de otros países vecinos se hiciera efectiva, activó un operativo preventivo para evitar la llegada de comandos autónomos y alternativos desde el exterior.

Las protestas danesas han sido acompañadas por manifestaciones de adhesión en países de su entorno. En Hamburgo se levantaron barricadas y hubo enfrentamientos con la policía. En Noruega fueron arrojadas bolas de nieve y pintura contra la fachada de la embajada danesa.

ERIGIDA en HONOR del CUENTISTA ANDERSENUn portavoz policíaco declaró: "Los disturbios ya no tenían como trasfondo el centro juvenil. Sin olvidar todos los errores políticos, no existe justificación alguna para una ira destructiva descontrolada. Copenhague necesita diversidad y espacios libres para la consecuente realización de sueños, pero no anarquía".

El Sábado por la mañana, mientras se disipaba el humo y el gas lacrimógeno, la estatua de la Sirenita, símbolo de la ciudad, amaneció pintada de rosa. Se desconoce si se trata de un acto ajeno o no a la ola de incidentes.
Por la tarde varios miles de personas se manifestaron de forma pacífica tras los disturbios acaecidos los días anteriores.
Por la noche se eclipsaron los desórdenes y la Luna.

Copenhague es una de las ciudades europeas con mayor presencia de movimientos alternativos.

Amplios dispositivos policiales, paulatinamente reducidos, se mantienen vigilantes.

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