Tuesday, January 30, 2007

Qué día el de aquella noche

Después de la comida italiana subí la cuesta al encuentro del congoleño que habría de darme la droga thailandesa.

Más tarde, en la taberna jerezana, el egipcio me preguntó por la brasileña. Oh, hace días que no la veo, le contesté, pero me acercaré al restaurante japonés a indagar algo.

Me presentaron a una norteamericana que apenas hablaba castellano. La dejé allí esperando mientras en el Negro trataba con un morito sobre el precio de la yerba colombiana.

Tras llamar al turco fui al bar de la zaragozana –especialidad en música de New Orleans- donde un vasco tocaba la armónica acompañado de un inglés.

Me topé con el sobrino de un dictador boliviano que había estudiado en mi mismo colegio, y me dijo que África había partido al Paraguay.

¿Qué África, la del hijo que vive en Francia o la que vive en Sevilla? La primera, claro está, contestó sin apenas inmutarse. ¿No sabes acaso que su amigo íntimo ha vuelto de Basilea?

En ese momento apareció Isabel. Me vuelvo a Berlín mañana. No tendré tiempo de ver a M. Que vuelve de la India esta noche. O.K. Recuerdos a todos. Especialmente a Paloma, que se va a Bosnia de enfermera. Al salir me dijo León que marchaba a Roma con una beca. Prometí escribirle.

Jugué unas partidas con un boludo y surgió como de la nada Katia, la chica de Panamá, acompañada por un extraño gitano. Pedimos una botella de vodka. Pero en cuanto llegó Peter "el alemán loco" se evaporó entre sus manos y los labios de un basurero polaco. Sí, dijo éste, conocí al Rata en Suecia. Está casado y tiene un negocio de motos americanas y tatuajes birmanos.

Cené en un mexicano próximo y vi pasar a Correa. Vaya, pensé, ha vuelto de Inglaterra. ¿Seguirá con el flamenco, como Congosto en Bruselas?

Entró la hermana de Sony Boy Cabeza con un cubano del brazo, como siempre. ¿Sabes que Cristina está en Kenia? ¿Queee´..? Sí. Házselo saber a Sandalio. Imposible, dije rápidamente. Él está en Venezuela con el marsellés.

Compré tabaco al búlgaro (sí, como Stoichkov, sonrió) y me fui a casa.

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1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Muy bonito relato. Con una base musical ya es una gran canción. ¿O ya era en realidad una canción que nos anotas? ¿Realidad o sorpresa?
Y además con una foto muy apropiada de nuestra querida -y temida- Gran Vía de los Madriles.
Lastima que anteayer mismo tuve que escuchar cosas como: "...nos cobran por pasar por nuestras calles...", "todos son delincuentes", "se acaba la verdadera raza ibérica" (sic), "nos invaden para chupar del bote", etc., etc.
Estaría bien una reproducción de este post en 50x70 para ponerla en un café-bar que usted y yo conocemos.

3:05 AM  

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