Monumento en Atocha III

Según percepciona el equipo arquitectónico FAM es preludiable la inauguración del monumento a las víctimas mortales de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 1.095 días después de aquellos luctuosos acontecimientos.

El desarrollo de la monumental erección no es visible. Bajo un inmenso toldo de color negro -que evoca a la Kaaba en La Meca- y a una temperatura constante de 25 grados centígrados, necesaria para moldear con meticulosidad las materias vítreas y acrílicas que darán forma a un gran hito cristalino que ha sido incrustado en un amplio orificio que conectará con un recinto subterráneo de 400 metros cuadrados y forma paralelepípeda, con cota sita a 4 metros de profundidad respecto a la rasante de la Glorieta del Emperador Carlos V, se trabaja sin cese.

Dicho hito, una vez erecto, será visible, con la luminosidad tornadiza que provoca la pertinaz rotación terrestre con respecto al Sol, desde todo el amplio contorno que ofrece el entorno debido a la potencia de la presencia que supondrán sus 11 metros de altura.

Con forma de lágrima, su base estará circundada por un murete circular de hormigón de 8 metros de diámetro y 70 centímetros de altura que soportará el peso de las 160 toneladas métricas del hito dicho.

Estará compuesto por 15.000 piezas compactas de vidrio en forma de oreja humana, de 7 centímetros de espesor, 30 de longitud y 20 de anchura, con un diseño cóncavo superior y convexo trasero, lo que provocará un cerramiento completo de las hiladas.

Cada elemento vítreo engarzará con el inmediatamente anterior y con el inmediatamente posterior gracias a la acción de adhesión de un gel acrílico que fragua recibiendo el golpe o impacto de los rayos UVA. La seca atmósfera del lugar y el rigor de su calor en el estío eran susceptibles de mermar su capacidad de pegada y transmutar en débil su acción de unión, lo que indujo al uso de tal gel.

El hito se concibe como un conjunto orgánico con dos ámbitos diferenciados interconectados entre sí mediante una continuidad cromática y simbólica: área albergadora de visitantes y oquedad de interior subterráneo.
Desde allí será posible la lectura de los nombres de las víctimas y los mensajes seleccionados entre los depositados en su día por la ciudadanía.

Los caracteres, de una sustancia adherente especial, decorarán el interior del hito que, a través de sus paredes vítreas, permitirá el paso a la luz solar para que ilumine también la base del recinto.

Las paredes del acceso y del área albergadora de visitantes serán revestidas de un panel de madera con una pátina azul cobalto de intensidad cromática cambiante motivada por la irradiación solar que envolverá al visitante desde el mismo momento en que cruce el umbral del monumento.

Evolución monumental
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