Futbolín

En memoria de Alejandro Finisterre, inventor del Futbolín
Alejandro Finisterre nació Alejandro Campos Ramírez en Fisterra, A Coruña, en 1919, y falleció en Zamora el 8 de Febrero de 2007. Sus cenizas han sido esparcidas en el río Duero y en su tierra natal.
Fue peón de albañil, aprendiz de imprenta, bailarín de claqué en la compañía de Celia Gámez, inventor y editor.
Fue peón de albañil, aprendiz de imprenta, bailarín de claqué en la compañía de Celia Gámez, inventor y editor.

"Por culpa de una bomba nazi lanzada sobre Madrid en Noviembre de 1936. Quedé sepultado entre cascotes con heridas graves. Me llevaron a Valencia y luego al hospital de la Colonia Puig de Montserrat.
Yo había jugado al foot-ball y también me gustaba el tenis de mesa. Así que pensé: ¿Por qué no crear el foot-ball de mesa?
Poco antes de la Navidad de 1936 compré en Barcelona unas barras, y un carpintero vasco, Francisco Javier Altuna, hizo la mesa y torneó las figuritas. Lo patenté a principios de 1937, igual que el primer pasahojas de partituras movido con el pie".
Con su atinado descubrimiento dio a la sociedad una distracción, además de divertida, altamente útil e instructiva que reúne todas las condiciones morales e intelectuales de toda acción que lleva consigo la práctica de la nobleza y de la inteligencia, exigiendo constantemente educación de modales y habilidad personal para el perfecto desenvolvimiento del deporte.

Pese al abuso y desarreglo de que ha venido siendo objeto el Futbolín en manos de personas poco delicadas, sigue siendo un deporte científico para ser practicado por aquellos que gozan y se deleitan ejecutando las múltiples y maravillosas jugadas que pueden realizarse, además de como pasatiempo como ejercicio de gimnasia intelectual, actuando científicamente y utilizando tanto la lucidez del cerebro como la habilidad manual.

- Saber utilizar los mandos oportuna y adecuadamente. Se ha de procurar ejecutar los movimientos con toda nitidez, sin incurrir en esfuerzos inútiles, que, además de impedir la exacta precisión de las jugadas podrían provocar lesiones y perjudicar el funcionamiento del aparato.
- Mantener en todo momento las barras de mando fláccidas y rectas sin violentarlas ni combarlas.
- Conocer a fondo las principales jugadas y contrajugadas.
- Sincronizar los movimientos de la muñecas con las órdenes dictadas por el cerebro.
Los mandos deben asirse con soltura y elegancia. Los impulsos se ejercerán con las muñecas y jamás con los brazos, los cuales deberán mantenerse completamente relajados y lo más cerca posible del cuerpo del operante.
Siendo las características del Futbolín la ciencia de juego y la rapidez de la jugada –cualidades éstas que deberán ir siempre sincronizadas- llevará ventaja quien consiga una sincronización más perfecta.

En muchas zonas peninsulares se practica el Futbolín en un rectángulo de superficie cóncava con jugadores de metal de piernas separadas.
En otras el campo de juego es menor, plano, y los jugadores, de madera, mantienen con firmeza sus extremidades inferiores unidas, formanzo una pieza uniforme.
Ssegún algunos entendidos, esta característica propicia un desarrollo del juego más evolucionado y de mayor belleza.
Cronistas con aval sitúan históricamente el máximo explendor de juego y jugadores en Madrid, en el triángulo formado por Palos de la Frontera, Embajadores y Lavapiés, sin olvidar a algún que otro portentoso jambo de Tetuán, algún muy hábil taxista de San Blas y a expertos de Carabanchel (el músico Rosendo es un magnífico jugador).
Labels: Sports
1 Comments:
Merecido homenaje a este hombre casi anónimo pero a quien muchos tan buenos ratos debemos. Con tanta máquina tragaperras ya no es tan fácil encontrar un futbolín en bares y cafés; pero en cuanto podamos nos echamos unas partiditas.
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