Bob Dylan no mira hacia atrás
En 1965 la música era la expresión de una nueva generación y los publicistas comenzaban a valorar el poder de la imagen como una forma de llegar a la audiencia.
Bob Dylan ya había sido proclamado como uno de los portavoces de su generación y en la mente de Albert Grossman, su mánager, no existía otra cosa que convertir a su representado en la mayor atracción cultural del momento.
En el Otoño de 1964 contactó con el cineasta D. A. Pennebaker con la idea de realizar una película sobre el cantante: "Mi cliente se va a Inglaterra, ¿Te gustaría hacer una película sobre eso?".
26 de Abril 1965
El vuelo TWA 702 lleva a Dylan a Londres a las 9:35 P.M. En el aeropuerto le esperan 150 fans histéricas. Se hospeda en el Hotel Savoy, habitación 208, y paga 70 libras a la semana.
Bob Dylan, cimando la popularidad, acometía su primera gira por el Reino Unido, donde fue recibido como una celebridad.
"Cinéma véritè"
Pennebaker supo adaptarse a las circunstancias de la gira. Sin entrometerse en la acción la cámara filmó el ritmo diario del artista: su llegada al aeropuerto, la histeria de las "fans", la negociación de contratos, las fiestas en las habitaciones de los hoteles, el ego de una estrella, la torpeza de los seguidores, la soledad del compositor…
Consciente de su irresistible carisma y su situación de poder, Dylan asume su papel de actor y muestra su catálogo de máscaras. Sus duelos verbales son demoledores. Con sólo 23 años es capaz de destrozar a cualquiera con su dialéctica.
Durante toda la película Dylan mira a la cámara sólo una vez.
En el Otoño de 1964 contactó con el cineasta D. A. Pennebaker con la idea de realizar una película sobre el cantante: "Mi cliente se va a Inglaterra, ¿Te gustaría hacer una película sobre eso?".
26 de Abril 1965
El vuelo TWA 702 lleva a Dylan a Londres a las 9:35 P.M. En el aeropuerto le esperan 150 fans histéricas. Se hospeda en el Hotel Savoy, habitación 208, y paga 70 libras a la semana.
Bob Dylan, cimando la popularidad, acometía su primera gira por el Reino Unido, donde fue recibido como una celebridad.
"Cinéma véritè"
Pennebaker supo adaptarse a las circunstancias de la gira. Sin entrometerse en la acción la cámara filmó el ritmo diario del artista: su llegada al aeropuerto, la histeria de las "fans", la negociación de contratos, las fiestas en las habitaciones de los hoteles, el ego de una estrella, la torpeza de los seguidores, la soledad del compositor…
Consciente de su irresistible carisma y su situación de poder, Dylan asume su papel de actor y muestra su catálogo de máscaras. Sus duelos verbales son demoledores. Con sólo 23 años es capaz de destrozar a cualquiera con su dialéctica.
Durante toda la película Dylan mira a la cámara sólo una vez.
En 1967, transcurridos dos años, el documento fílmico fue estrenado bajo el nombre de "Don’t look back".
40 años después se publica "Don´t Look Back - 65 Tour Deluxe Edition", una lujosa caja que incluye una edición especial en doble DVD del mítico film de casi tres horas de duración.
La primera pieza contiene el film original remasterizado al modo digital, además de cinco cortes extras: "It ain’t me, babe", "It's all over now, baby blue", "Love minus zero / No limit", "The lonesome death of Hattie Carroll" y "To Ramona", un montaje alternativo de "Subterranean Homesick Blues" y ciertos comentarios realizados por D. A. y el "tour-manager" Bob Neuwirth.
La pieza segunda, con el sugerente título "65 revisited", ofrece material inédito en su totalidad: una nueva película de 60 minutos de duración realizada por D. A. con imágenes de su archivo personal y más comentarios realizados por él y el "tour-manager" Bob Neuwirth.
En el celuloide reconvertido puede verse, y en ocasiones oírse, a gente de la farándula: Joan Baez, Donovan, Alan Price, ya sin The Animals, John Mayall, y, casi de manera omnipresente, a Albert Grossman.
La edición se completa con dos libretos.
El primero, originalmente publicado en 1968, de 159 páginas, contiene la transcripción completa de la película así como profusión de fotografías de la misma.
El primero, originalmente publicado en 1968, de 159 páginas, contiene la transcripción completa de la película así como profusión de fotografías de la misma.
El segundo es un "flip book" -uno de esos libros que al pasar las páginas con el dedo, normalmente el pulgar, por el lado opuesto al lomo, crean la impresión de movimiento- de "Subterranean Homesick Blues", considerado el primer video-clip de la historia. (*)
"Lo de las cartulinas fue idea de Dylan. Rodamos tres versiones mientras estábamos en Londres, una en el parque, otra en un tejado y otra en un callejón detrás del Hotel Savoy. En el rodaje del parque nos arrestaron en medio de la toma. Se puede ver la pesada mano de la ley en una de las últimas cartulinas.
Todos ayudaron a escribir las cartulinas. Joan Baez escribió alguna y Donovan hizo bastantes. Es un dibujante muy bueno, así que todos le dieron las más difíciles."
Todos ayudaron a escribir las cartulinas. Joan Baez escribió alguna y Donovan hizo bastantes. Es un dibujante muy bueno, así que todos le dieron las más difíciles."
D. A. Pennebaker - 1986
(*) Algunos especialistas reservan tal consideración para el empiece de "A hard day’s night", película realizada por Richard Lester para mayor gloria del popular cuarteto británico "The Beatles".
Labels: Cine
1 Comments:
He ido mirando todos tus documentos sobre el programa de Dylan y me han parecido muy buenos: ocurrentes, inteligentes y originales. Enhorabuena y gracias.
Me he permitido poner un enlace a mi web, quizá algo te interese.
Un saludo desde Valencia
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