"La Mona" Jiménez
Madre salteña, padre tucumano y abuelos catamarqueños. Juan Carlos Jiménez Rufino, más conocido como "La Mona Jiménez", nació el 11 de Enero de 1951 en Córdoba, Argentina, en el seno de una familia obrera. Su padre fue un abnegado trabajador de la Empresa Provincial de Energía Eléctrica de la Provincia de Córdoba.
Infante aún, mostraba una clara inclinación por la música y el baile. A los 8 años ingresaba en un ballet folklórico. Fan de los Beatles, bailaba tan bien el rock que a los 14 años ganaba los concursos de "Ronda Juvenil".
A los 15 años cantaba tangos en el cabaret Chantecler, donde, cuando aparecía la policía, era escondido en los camerinos de "las chichi" por ser menor de edad.
A esa edad debutó en el programa de radio "El Festival del Éxito" como miembro del Cuarteto Berna. Por entonces no tocaban en Córdoba, sino en las colonias: Colonia Caroya, Oncativo... En Córdoba no los dejaban actuar porque "era cosa de negros".
Abandonó la banda porque no le permitían bailar. (La estrella, Berna, era un chico discapacitado que tocaba el piano).
En 1971 se incorporó a "El Cuarteto de Oro". Su disco "Córtate el pelo, cabezón" tuvo grande éxito.
Dueño de un estilo muy particular y de una peculiar belleza, se ganó el clamor popular en cada presentación envuelto en trajes multicolores, con su peinado afro, su avasallante personalidad y su pelvis, que se contoneaba a lo Elvis.
Ya en ese momento movía los brazos para adelante y para atrás, con la palma de la mano hacia arriba y hacia abajo, característico gesto.
Durante el "Proceso de Reorganización Nacional" el cuarteto en general fue censurado. Finalizado el proceso se presentó como solista en 1984 con un sonido renovado por la inclusión de percusión y vientos.
Comenzó a animar bailes en la periferia de Córdoba, hasta que el Club Sargento Cabral le dio una oportunidad. Estuvo 3 meses seguidos tocando ahí.
Hacía trasnoche, de doce y media a cuatro y media y después de seis a ocho de la mañana.
En un año ganó 3 autos "0 Km".
Poco después le llegaría el éxito con el tema "La flaca Marta". En 1988 tocó por primera vez en Buenos Aires, y no tardaría en llenar el Luna Park y el Estadio de Cemento. Se estaba convirtiendo en una figura de relieve nacional.
Tras su canción "¿Quién se ha tomado todo el vino?" lo sería.
"No sé que pasa en esta ciudad,
no sé que pasa, no puedo entender,
estoy a punto de morir de sed,
porque no encuentro algo para tomar.
Díganme, solo quiero saber
¿Quién se ha tomado todo el vino?"
estoy a punto de morir de sed,
porque no encuentro algo para tomar.
Díganme, solo quiero saber
¿Quién se ha tomado todo el vino?"
Se despierta a las cinco de la tarde. Su rutina diaria incluye un desayuno frutal, un rato de ejercicio en su gimnasio, un paseo en bicicleta y una cena abundante, en la que no falta nunca un vaso con vino tinto, soda y hielo, y otro con vino tinto solo. Duerme una siesta entre las 9 y las 12 de la noche y a partir de la 1 empieza el baile hasta las 5 de la mañana.
Como siempre, el show es una gigantesca sauna donde miles de cuerpos jóvenes, apretujados y empapados, exudan sexo, euforia y libertad coreando enfervorecidos "...y dále Mona, dále dále Mona!!".
"La Mona" habla por señas
En escena hace señas con los dedos de las manos. La gente también le hace señas. Es un lenguaje secreto. Es increíble. Se están comunicando. "Alberdi, Talleres, Las Flores, Bustos", dicen los dedos, y nombran barrios y zonas de Córdoba. "La Mona" decidió inventar un código, haciendo señas con las manos, para identificar a cada barrio, como un lenguaje de sordomudos.
Cada barrio tiene su seña, un movimiento de manos específico que "La Mona" inventó.
Los fans las aprendieron rápido. Sabían que si doblaba dos dedos de la mano derecha y agitaba la izquierda estaba nombrando a tal barrio o a cual.
"El intendente de Córdoba salió a decir que mis bailes eran peligrosos. Nosotros hacemos fiestas todos los fines de semana y siempre estamos metiendo entre 10 y 12 mil personas entre Viernes, Sábado y Domingo. Nuestro público va a bailar, a divertirse, no lleva bengalas. Adentro de nuestras fiestas no pasa nada".
-¿Y afuera?
-"Ese es otro problema. A mí me siguen mucho los pibes que tienen entre 17 y 22 años. Si los vagos terminan el baile y salen y hacen quilombo ya escapa a mí".
Con un carisma sin igual e incesante transmisión de entusiasmo y alegría, ha generado regocijo y posibilitado el acercamiento y la diversión de miles de personas durante estos últimos 40 años.
Socialmente sensible, nutre a varias sociedades con pocos recursos que se dedican a obras sociales.
Hace ya un tiempo que tiene su propio estudio de grabación y que logró la "total independencia" de los sellos discográficos creando el suyo propio, "Mona Records".
Promedia dos discos por año, uno para Julio y otro para las fiestas.
Porque si no, la gente se aburre.
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