Sunday, August 05, 2007

Once días de estío

Uno
La lluvia nocturna acabó al alba. Las nubes oscuras nocturnas dieron paso a nubes claras diurnas y, paulatinamente, con el transcurrir de la mañana, fueron transformándose en níveas aglomeraciones similares a algodón cuando llegó el mediodía y el astro rey alcanzó su cénit.
Al atardecer, seca ya la ropa tras la tormenta, la recogeré y plegaré con primor, como es de mi gusto.

Dos
Aunque por las noches hace acto de presencia un levísimo aire que se mueve, aliviando someramente el descanso diario que se realiza tras la puesta del sol, el calor poco a poco se va adueñando de todo el espacio y el tiempo del mes séptimo, aunque, por fortuna, y siguiendo el inevitable orden impuesto por la traslación del planeta, las horas de sol se van reduciendo: amanece más tarde y anochece más pronto, lo cual siempre supone una suavización de la temperatura al permanecer menos tiempo su incidencia sobre nuestra cabeza, cuerpo y el suelo sobre el que discurre la vida en todos su órdenes, animal, vegetal y mineral.

Tres
El décimo día del primer tercio del séptimo mes está por la mitad.

[Pensando en mañana, debería adquirir una escobilla para el aseo e higiene del retrete –hace ya días que la actual está inservible. Y quizás algún otro producto afín a utilidades de este tipo.]

Cuatro
Inflexible, el transcurrir cotidiano de los días continua. Apenas terminó su existencia el día de ayer, inmediatamente comenzó la de hoy, que finalizará cuando empiece mañana.

Cinco
Nadie ha dejado mensaje alguno en el servicio automático de respuesta que proporciona la compañía propietaria del aparato telefónico instalado en la casa y tampoco nadie ha introducido nada en el cajetín receptor de correspondencia ubicado en el portal del edificio.

Seis
Me he visto obligado a girar las llaves que regulan el paso del agua para impedir las filtraciones que se están produciendo en el suelo de la cocina, seguramente debido a cierto grado de putrefacción en las conducciones plásticas o a fallos en las junturas de las mismas.

Siete
Los marinos celebran hoy la festividad de su patrona en el orbe cristiano con gran variedad de, alguno de ellos, ritos ancestrales. La gran mayoría tienen relación con el líquido elemento mezclado con sal o con salitre, como dicen ellos, al igual que suelen referirse a esa mezcla como la mar, de donde extraen animales para la alimentación y variados productos para variados usos.

Ocho
Según el Diccionario Ilustrado de la Lengua Española editado por la Editorial Ramón Sopena S.A. en 1966, escorial es el terreno donde se echan las escorias.

A tenor de esta definición no parece ser un lugar demasiado atractivo como para ir a él a pasar un par de días en plena canícula, máxime cuando vuelve el calor después de unos cuantos días de ligeras temperaturas, especialmente entre la puesta y la salida del sol.

Nueve
Hoy es San Federico.

Diez
Retorna con fuerza, fragor y furor el fuego del mes en curso proveniente del llamado astro rey. Aunque molesto y abrasador, esto supone un retorno a la normalidad climática acorde con estas fechas.
Volverán las noches angustiosas de sofocantes insomnios, con lechos y cuerpos envueltos en amplísimas sudoraciones, así como volverán, seguramente, los truculentos sucesos criminales habituales cuando calienta el sol en demasía algunos cráneos especialmente predispuestos al uso un tanto desordenado de escopetas aptas para la caza o de hachas diseñadas para la disección de cierto tipo de árboles.

Once
Como consecuencia de haber despertado en los momentos previos al alba, arrastro una severa somnolencia durante el transcurso del día, la cual se traducirá en un profundísimo dormir cuando el sol desaparezca tras la horizontal línea del horizonte.


(Remitido por Meur Sault)

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